Por : Greta Honorio
Siempre es un placer
encontrarse frente a una obra de arte, ante una expresión humana sensible de un
mundo real o imaginario, pero conocer a sus actores y creadores es de mayor satisfacción.
Luego de algunos años visitamos
en su taller al artista plástico Guillermo Chávez Arroyo, me alegró mucho ver
sus avances y logros tanto profesionales como personales. Nos recibió como
siempre con la sencillez, educación y la pasión que pone cuando se trata de
conversar sobre su arte, compartimos gratos momentos.
Guillermo ha ido evolucionando,
recuerdo desde sus primeras figuras de enormes personajes influenciado por su
entonces juventud. Hoy vemos en el
universo de su arte un estilo precolombino, predominando siempre el dibujo, lo
figurativo con una gran influencia de lo chamánico. Quizás lo que lo difiere y
caracteriza de otros plásticos es su creatividad e innovación.
Ese proceso de traer a la
creatividad un producto original e inventivo, lo que involucra la imaginación,
el deseo de ir más allá de las reglas establecidas, añadiendo una disciplina
para completar la meta a un nivel de satisfacción propia e individual, para que
sus obras sean nuevas, únicas, originales, por ello transforma objetos y
situaciones, siempre de manera diferente.
Y esto lo comprobamos cuando
nos narra… “mi técnica es
rara… pongo una mancha primero, la saco con alcohol, al final queda el conjunto
de manchas y dibujo lo que he tenido en mente. Lo más hermoso es que van apareciendo formas que no tenía pensadas y
hay que saberlas llevar porque tampoco te puedes hacer llevar solo por estas.
Al final, la mancha te sugiere una cosa pero no va dentro de la temática de tu
cuadro, tiene que ser arbitraria en algunas cosas; por ejemplo, en mi cuadro
salió una mancha increíble de un camaleón, lo iba a hacer, era lo más obvio,
porque la mancha me está dando todo ahí, no hay nada de dibujo pero es cuestión
de verlo como los niños que ven en las manchas formas. Decidí hacer un pájaro,
específicamente una Chilala anaranjada para que levante la composición”.
Toda la obra de Guillermo es una creación independiente, plasma
las formas y colores en un mundo conceptual y virtual, desde imágenes
vanguardistas contemporáneas hasta
figuras zoomorfas ancestrales, usa los colores fríos como el cian, azul
cielo, celeste, violeta, en algunos casos los cálidos como en los rostros quizá
para darle más fuerza o intensión.
Su técnica es mixta, la textura de sus cuadros es casi siempre bidimensional
y en algunos tridimensionales; maneja una perspectiva aérea logrando en sus
composiciones y formas mucha profundidad. Conoce muy bien el metal. El mensaje
que apreciamos en sus pinturas es de paz, silencio, soledad, espiritualidad y
orden. Además de una gran influencia de su amor hacia la naturaleza nos la
muestra en toda su obra.
Guillermo es un referente muy importante de las artes plásticas en
Lambayeque. Ha logrado que sus cuadros sean expuestos en las mejores galerías
de nuestro país y el extranjero, junto a otros notables artistas. Sus pinturas se encuentran en colecciones
particulares en España, Estados Unidos y Tailandia. Actualmente dicta la
cátedra de arte en la facultad de Arquitectura de la Universidad de Chiclayo.
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