Quienes hemos tenido la dicha de
estudiar en la ciudad evocadora de Lambayeque, con frecuencia visitamos el
Museo Arqueológico Nacional Brüning,
quizá acompañados por el profesor o por
compañeros para realizar trabajos
de historia. En mi caso, recuerdo al profesor Juan Leyva, quien en varias
ocasiones sus clases las dictaba en el mismo museo, eran tan entretenidas que
lograba hacerme soñar y remontarme a los antepasados. Niños y adolescentes, aprendimos a conocer y
querer Lambayeque, gracias al trabajo de investigación de casi cincuenta años
realizado por don Hans Heinrich Brüning, un joven de 27 años que dejó su país
natal Alemania en 1875, para dedicarse a estudiar diversos pasajes de la vida
tradicional, rural, popular, histórica y religiosa de Lambayeque.
Brüning no era arqueólogo, etnólogo,
historiador ni músico pero tenía una
gran capacidad para la observación e investigación científica, era un
apasionado de los usos y costumbres, era
un hombre sencillo, fácilmente sociabilizaba con los pobladores de
entonces y llega a retratar cerca de
3,000 imágenes de la vida cotidiana de los ciudadanos de Eten, Pimentel,
Monsefú, Chiclayo, Santa Rosa, Jayanca, Motupe, Illimo. De 1906 a 1909, radica
en Eten para estudiar la lengua y música Muchik, como gran violinista y amante
de la música con cilindros de cera consigue grabar música Muchik. Publicó
estudios monográficos sobre Lambayeque, Olmos, Jayanca y el Complejo Hidráulico
del Canal El Taymi.
Para conservar el patrimonio compra y
recolecta piezas arqueológicas como cerámicas, metales, piedras preciosas,
tallados en maderas entre otros. Hasta el año 1916 logra coleccionar más de
5,300 piezas, le vende parte de su colección por 60,000 soles al gobierno de
Augusto B. Leguía, siendo parte del Legado Histórico del Primer Museo Regional
del Perú, que funcionó en la casa del mismo Brüning, en 1921 se convierte en museo.
Brüning acepta ser el primer director con un sueldo de cuatro soles mensuales.
En 1,966 se inaugura el local actual.
Enrique Brüning, es el primer Etno-historiador
que dejó un legado histórico cultural y científico, donde nos da a conocer toda
la arqueología regional y nos reencuentra con nuestros antepasados, ha servido
de guía y motivación para los actuales investigadores en arqueología y
antropología.
Fue en este museo que un equipo de
arqueólogos en el año 1987, logran recuperar científicamente la primera tumba
del gobernante llamado Señor de Sipán, al inicio se pensó estaría en una sala
adicional o anexo al Museo Brüning. Pero en el año 2002 deciden construir un
moderno museo a pocas cuadras con el nombre de Museo Tumbas Reales de Sipán.
Hecho que desmereció, en su momento, la importancia del trabajo realizado por
Brüning. Pero gracias a las gestiones de su director Arql. Carlos Wester La
Torre, al apoyo económico de la Embajada de Alemania, del entonces INC, y del
Gobierno Regional, en el 2008 el Museo
Nacional Arqueológico Brüning, reabrió sus puertas totalmente remodelado.
Luego de años de investigación, su equipo
científico multidisciplinario ha presentado las investigaciones del Proyecto
Complejo Arqueológico Chotuna Chornancap del distrito de San José, el cual consiste
en un conjunto monumental, históricamente asociado a la leyenda de Naylamp. Así
como la implementación y montaje del museo de sitio de Chotuna.
En el año 2011, realizan el hallazgo
funerario de un personaje de la más alta jerarquía de la élite de la cultura
Lambayeque de los siglos XII y XIII dC. Se trata de una sacerdotisa sepultada
con sus bienes, símbolos, emblemas y ornamentas de rango, envestidura y poder, acompañada por 08
individuos. Gracias a ello, hoy el museo cuenta con una sala de exposición de
los tesoros de la Sacerdotisa de Chornancap.
Todos los museos, tienen una especial
importancia por sus investigaciones. Sin embargo, el legado de Brüning permanece inmutable como
una herencia cultural Lambayecana.
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